Durante la mayor parte de mi vida, nunca me imaginé que me casaría. Pero Kate logró lo imposible: cambiarme. Creo que todos estamos de acuerdo en que antes ya era jodidamente impresionante, pero ahora soy incluso mejor.
El camino hasta este día no ha sido arco iris y erecciones. Hubo errores y malentendidos dignos de una tragedia Griega. Pero Kate y yo sobrevivimos con nuestra inagotable lujuria, infinita admiración y amor eterno intactos.
Dicho eso, hubo algunos incidentes inesperados la semana pasada en Las Vegas que pudieron haber sido un problema. Fue un tipo de…prueba final.
Sé lo que estás pensando: “¿Qué demonios hiciste esta vez?” Relájate. No juzgues, o pidas mi castración, hasta que hayas oído toda la historia.
Y agárrate bien, porque estás por subirte a un paseo salvaje. ¿Esperabas algo menos?
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