Tú dices que nunca seré tu dueño. Si gano, voluntariamente me das ese derecho. Firmas no sólo el contrato de la deuda, sino otro, uno que me hace tu dueño hasta que tomes tu último aliento. Tú haces eso, y te daré esto.
La familia de Nila Weaver está en deuda. Robada, tomada, y legalmente obligada no por monstruos, sino por un acuerdo escrito hace más de seiscientos años, no tiene salida.
Ella pertenece a Jethro aunque lo niegue.
La paciencia de Jethro Hawk se está acabando. Su regalo heredado lo prueba, lo desafía, y lo sorprende, y no en buenas maneras. Él no la ha controlado pero piensa que podría haber encontrado una manera de obligarla para siempre.
Las deudas van en aumento. Los pagos están esperando.
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