Hace dos años, Riley Young huyó de Lawton, Alabama. Después de acusar a Rhett, el hijo mayor de Lawton, de violación, todos la llamaron una mentirosa y ella no tuvo otra opción que irse. Ahora está de vuelta, pero no está en Lawton High terminando su último año. Está en casa criando a la niña que nadie creía que fuera Rhett.
Rhett está en la universidad viviendo la vida que temía perder con la acusación de Riley, por lo que Riley acepta regresar a Lawton para que ella y sus padres puedan cuidar a su abuela, que sufre de Alzheimer. Pero la ciudad todavía no ha olvidado su odio por ella, y ella no ha olvidado la forma en que se volvió contra ella cuando más los necesitaba.
Cuando Brady Higgens, el niño dorado de la ciudad, encuentra a Riley y su hija, Bryony, varados al costado de la carretera en medio de una tormenta, se detiene y les da un paseo. No porque se preocupe por Riley, por supuesto, sino por el niño.
Pero después del simple viaje en automóvil, comienza a cuestionar todo lo que creía saber. ¿Podría Brady creerle a Riley y arriesgarse a perderlo todo?
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