Él:
En cuanto la vi había quedado completamente a su merced. Mi trabajo era simple; mantenerla a salvo y llevarla a manos de su prometido. Dos millones por semejante preciosidad. Me parecían pocos considerando que yo daría el mundo entero. Saber que mi trabajo es entregarla a manos de otro hombre, saber que va a ponerle as manos encima hace que quiera reducirlo todo a cenizas. La pregunta es, ¿quiero arriesgar absolutamente todo para liberarla?
Joder, sí. Claro que sí.
Ella:
Las chicas como yo no hacen preguntas, solo se dejan lucir como parte del decorado. He pertenecido tanto tiempo a la mafia que no recuerdo lo que es tomar decisiones por mí misma. Ahora estoy con el hombre que supuestamente debe entregarme a mi futuro marido, pero él no parece como los demás. A pesar de ser virgen, y a pesar de ser la mujer más hermosa que ha visto en su vida, no parece querer lo que todos los demás; meterse entre mis piernas. Pero sí que parece querer algo, y es protegerme. De verdad. Como ningún otro antes. ¿Y si me enamoro de él? ¿Y si es mi única oportunidad de ser libre?
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