Entonces puedes preguntar, ¿quién es Adam Connor? Es el actor recientemente divorciado y ganador de un Premio de la Academia que acaba de mudarse a la casa de al lado con su hijo. También resulta ser un espécimen masculino exquisito y el bastardo astuto más exasperante con el que me he encontrado.
Seamos honestos aquí, ¿no querrías echarle un vistazo a la pared para echarle un vistazo, con suerte cuando esté desnudo? ¿No te desvanecerías después de verlo entrenar mientras su niño de cinco años lo alentaba? ¿Tengo que mencionar esos abdominales, el bulto grande en sus pantalones, o ese brazo porno? Oh, espera, ¿nunca lo espiarías? Por supuesto…
Mientras estaba siendo reflexivo al no irrumpir y entrar y en realidad estaba considerando ir a ofrecerle un hombro -o tal vez un boob o dos- para llorar (ya sabes, a causa de su divorcio), en cambio me metió en la cárcel después de un pequeño incidente. ¡Cárcel, gente! Se suponía que debía concederme innumerables orgasmos como agradecimiento, no como una celda de la cárcel.
Después de ese día, tramaba mentalmente formas de estrangularlo en vez de saltar sus huesos para hacer un dulce amor. Entonces, ¿qué pasa si mi cuerpo hace más que solo estremecerse cuando me susurra cosas sucias en el oído? No puedo ser responsable de eso. ¿Y cuándo fue la última vez que había besado a alguien de todos modos? ¿Quién disfrutaría un beso con un lado del ataque al corazón?
Incluso si él y su hijo eran las mejores cosas desde el pan rebanado, y no estoy diciendo que lo fuera, no podría enamorarme de él. No importa qué promesas susurrara sobre mi piel, mi maldición no nos dejaba. No era una damisela en apuros, podría salvarme, muchas gracias, pero en el fondo todavía esperaba que Adam Connor fuera el héroe de mi historia
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